Un nuevo verano con mucho calor y sequía, caldo de cultivo para los incendios forestales, naturales o provocados. Primero Portugal y ahora Doñana han traído esta lacra al primer plano de la actualidad, con decenas de vidas perdidas y miles de millones de daños económicos, además de la tremenda repercusión para esas zonas afectadas, que ven cambiar drásticamente su paisaje y la vida de sus habitantes. [Leer más]

